Hoy hace un año. Un año que soy mamá. Un año en el que el centro de mi vida ha sido y es esa bolita que está llena de energía y que no para quieta. Un año en el que dormir más de 6 horas seguidas se ha convertido en todo un lujo. Un año en el que la felicidad invade mi cuerpo cada vez que lo veo sonreír, comer, dormir, respirar, llorar…
No soy una gran escritora, así que no os puedo contar con palabras lo que realmente siento. Porque creo que no hay palabras en el mundo que puedan resumirlo. Pero si sois mamis, estáis a punto de serlo o lo seréis algún día, me vais a entender.
En este post no os voy a enseñar ninguna novedad de la tienda, ningún “must have” que Marta ha pintado. Únicamente quería escribir cuatro líneas para recordar el momento más feliz de mi vida.
Cuando estuve embarazada no fui mucho de colgar fotos de mi barriga. Creo que una de las que colgué primero fue cuando ya estaba de unos 6 meses. Luego, os enseñé alguna foto de mi panza personalizada por Cute Martina, y algunas de las cositas que la “Tieta” nos iba haciendo, pero poca cosa.
Ahora que soy mami, no soy mucho de colgar fotos de mi peque, pero alguna ya habéis ido viendo; con sus gorritos haciendo de súper modelo, sus primeros dibujos con la «tieta», ayudando en la tienda… Pero hoy, raro en mi, colgaré una de hace un año, que se la hicimos en el hospital a unas horas de nacer, ¡ya “tuneado” con su gorrito precioso!
Esta tarde, como no podía ser de otra forma, el Rey de la casa ha soplado SU PRIMERA VELA. Entre lágrimas de su mami (YO), en nuestra pequeña guarida. Os cuelgo una foto de la mesa improvisada que hemos montado, y la súper corona que le he hecho con todo mi amor.
¡Un saludo corazones! ¡Feliz semana!
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